sábado, 5 de abril de 2014

Intermedio cultural



Vida de dos poetas, por Don Periquito de los Palotes y Todos los Santos, crítico literario 

español.

File:Amo la naturaleza 02.jpg

Luis Cernuda y Federico García Lorca

Me he decidido por dos poetas de la Generación del 27. Curioso cómo en nuestro país nos hemos esforzado por incluir a los escritores en generaciones, en movimientos. Más que en otros. Ya, es útil, es práctico, sabemos que también es un cajón de sastre. Los españoles, cuando viajamos fuera, siempre estamos haciendo grupo, temerosos de que nuestras cualidades no estén en el mismo plano que las de otros. Pero a los escritores los agrupamos en generaciones porque tememos su individualidad, los estudiamos con fechas, estilística y currículos porque nos da miedo lo que tienen que decir. En fin, qué gran idea, da resultado. A fin de cuentas, la literatura es importante para un país para reforzar su idea de nación, como si fuera un patrimonio para competir con otros; el elenco de grandes literatos de una patria es como la alineación de una selección de fútbol.

Pues a lo que vamos: Federico García Lorca nace en 1898 en Granada en una buena familia muy respetada. Su padre era hacendado. Estudió Filosofía y Letras en Granada. Viajó a Nueva York, donde escribió Poeta en Nueva York, influido por el surrealismo. Murió en Granada en oscuras circunstancias. Tras su muerte, se le ha utilizado políticamente, lo que dificulta la comprensión de su obra, especialmente cuando la leemos los de nuestro bando. También se le ha querido utilizar a causa de otras circunstancias vitales que queda feo mencionar en el mundo académico. Esas circunstancias realmente no son nada necesarias para considerar su obra; no tanto como su trayectoria pública a la que hemos hecho referencia.

Luis Cernuda (1898-1963) nace en Sevilla, hijo de un coronel. Estudia Derecho. En la universidad tiene como profesor a otro poeta de la Generación, don Pedro Salinas. Se relaciona en Madrid con otros miembros de la Generación del 27: don Vicente Aleixandre, don Federico García Lorca y el susodicho, don Pedro Salinas. Es incluido en la antología de don Gerardo Diego (1932). Ejerció los siguientes cargos: lector de español en la universidad de Toulouse, la de Cambridge, la de Glasgow, el Instituto Español de Londres; profesor de Literatura en el Instituto Mount Holyoke de Massachussets (Estados Unidos) y profesor en la Universidad Autónoma de México. Por motivo de todos estos cargos culturales, fue uno de esos españoles que practicó la movilidad exterior. Murió en México, en 1963, también en oscuras circunstancias: sufrió un infarto en el cuarto de baño y probablemente no había encendido la luz. Fue un hombre de personalidad muy complicada y de excesiva sensibilidad: fruto de estos defectos es el hecho de que a su poesía le falte masculinidad.

Para leer algo de estos dos autores, recomiendo que se haga en los libros de texto de don Fernando Lázaro Carreter, donde vienen convenientemente comentados, resaltando lo que importa y oscureciendo lo que conviene, para beneficio de las jóvenes generaciones. (Leerlos por cuenta propia puede ser peligroso, porque tienen cada mariconada...)


Copyright: Don Perico de los Santos, Todos Palotes. Catedrático de varias universidades, sindicatos verticales, ateneos culturales y casinos provincianos.
Resumen gráfico de este ensayo de don Perico

3 comentarios:

  1. Curiosa y hasta desternillante la crítica del tal Perico de los Palotes, jeje, sin duda muy afecto al régimen del Generalísimo, jaja. Por supuesto, da a entender que por lo que comenta conjuntamente a estos dos grandes poetas, amén de por formar parte de esa llamada Generación del 27, es por las concomitancias entre sus "oscuras" muertes y la condición homosexual de ambos. Así fueron las cosas durante 40 años, y lo peor es que hay muchos interesados en que regresen.

    No te dejo saludos para el tal Perico de los Palotes, porque no se me da muy bien saludar a la romana, jeje. Muy buen post, Luis, lo comparto junto con el primero de tu blog. Besos.

    ResponderEliminar
  2. Gracias, Mayte. Aprovecho para expresarte con más claridad lo mucho que te agradezco tus palabras y tu apoyo con el poema; fuiste la primera en este blog y eso es muy especial para mí. Me dejaste tan anonadado que ni me salieron las emociones en el momento que lo vi.
    Sobre don Perico, su manera de hacer crítica es aún por desgracia bastante común en nuestro país, sobre todo en estudiosos de la literatura de edad provecta. No voy a decir el nombre del crítico que me sugirió esto, pero los rasgos serían:
    - En la biografía se omite todo lo embarazoso.
    - Parece que, más que ser un buen escritor, cuentan los cargos, la brillantez, lo reconocido que fue. De algunos parece que hacen un curriculum para un trabajo, como si solo con su escritura no fuera suficiente.
    - Los datos ocultan el espíritu de lo que se escribe. Yo soy profe, y estoy harto de ver el asco que le cogen los chavales a la literatura porque lo único que se hace es aprender fechas, títulos y "características".
    Y no siempre los profesores que hacen esto son tan viejos. Muchos profes de lengua afirman que en realidad a ellos no les gusta la literatura, solo la gramática. Y así, si tú no la amas, cómo les vas a transmitir amor por la literatura a otros.

    ResponderEliminar
  3. Pues si sólo les gusta la gramática, es que son muy aburridos, porque la gramática en sí es un conjunto de reglas y de normas, que incluso cambian con el arbitrio de los académicos y de los tiempos. ¿De qué sirve saber escribir si después no se ejerce la escritura?

    Yo no tengo formación académica, no estudié ninguna carrera de letras, sino de ciencias, pero me gusta escribir, y aprendo leyendo, y aprendo escribiendo, y cometo errores (todavía hace un momento tuve que eliminar una coma que había puesto ante un paréntesis), y me vendría de perlas tener "oficio" para esto que me gusta hacer: para escribir. ¿Pero de qué me serviría tener oficio si no lo utilizase después, porque la literatura no me importase nada ? Para escribir cartas o emails a los amigos, no se necesitan grandes conocimientos.

    Gracias por todo, Luis, un placer leerte y aprender de ti. Besos y feliz fin de semana.

    ResponderEliminar